Beth y William Sawyer comenzaron a salir en octavo grado, se casaron después de la escuela secundaria y han estado casados durante 33 años. La pareja vive en un condado escasamente poblado en Carolina del Norte, lejos de los centros de población y aparentemente desconectados de la iglesia global. Pero al preguntarles sobre su experiencia con la capacitación en línea de Zúme, Beth y William tienen historias desde Canadá hasta Ohio y Asia del Sur... ¿Cómo?
Hace doce años, los Sawyer asistieron a Metacamp y escucharon sobre Zúme de Curtis Sergeant, pero aunque William lo ha estado usando desde entonces, "no fue hasta hace poco que nos unimos a bordo juntos", dice Beth. Después del viaje de William a la India en '07 y algunos viajes a Túnez desde entonces, "él estaba en una montaña que yo simplemente no pensé que podría alcanzar". Beth no estuvo convencida hasta que un episodio de COVID el diciembre pasado la llevó a probar el programa y ver qué sucedería.
Habiendo trabajado juntos en la misma oficina y estado juntos durante 33 años, William dice que Beth "siempre ha estado en misión conmigo" y que Zúme "fue simplemente una combinación natural".
Desde su sala de estar, en cinco o seis horas semanales de entrenamiento, los Sawyer se han conectado con iglesias domésticas en Ohio y un hombre de 75 años en la India que está entusiasmado por usar los métodos de Zúme en las calles. Manejan un negocio, en el que trabajan a tiempo completo, cuidan a sus nietos dos veces por semana y cuidan de la madre de William, pero seis horas semanales de entrenamiento no son tan abrumadoras para la pareja.
"No estás demasiado ocupado", anima Beth. "¿Cuál es tu prioridad?" En referencia a su anterior vacilación, dice: "En primer lugar, debes ver que Dios puede usarnos justo donde estamos". Para cualquier pareja que quiera ingresar al entrenamiento de Zúme juntos, ella dice: "Tienes que ser humilde". Ambos pueden no estar en el mismo lugar al mismo tiempo, y está bien.
Si estás considerando comenzar la capacitación de Zúme con tu cónyuge, William dice que simplemente debes hacerlo. La idea de convertirse en un coach puede ser "un poco abrumadora", admite Beth, "pero si pones en práctica las herramientas que te dan, es fácil enseñar, porque puedes explicarlo desde la experiencia". Y la experiencia te permite ser una parte más importante de la iglesia global y difundir el Reino en solo unas pocas horas a la semana, no te retires por miedo o ocupaciones.
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Foto por Ketut Subiyanto en Pexels
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